Necesito escribir. Decir que te extraño, decir también que la lluvia se aproxima, que todo está temblando justo ahora pero no lo sentimos. Que no queremos sentir. Que no queremos irnos, por supuesto, pero tampoco quedarnos. Nos negamos al final con la misma pasión que al principio. Vemos caer los imperios con la arquetípica mueca de la ironía. No es diferente al dolor generacional, al de una madre recibiendo de su madre el castigo del pecado original, así hasta el infinito, hasta la última gota de sudor y sangre que significa no entender lo "Otro", morir en el intento, cultivando un ego, como una gigantesca herida de guerra, cuya podredumbre se alimenta de sí misma. Spinoza dijo una vez que "Dios es causa inmanente, pero no transitiva de todas las cosas", esto significa que a Dios no le falta nada, es decir, que su Ser es en Acto, que el infinito está aquí y ahora, no más allá, en algún océano platónico. ¿Podríamos decir lo mismo de la economía? Sí, tal vez... pero ese no es el punto, porque de todos modos no lo podemos reducir a este elemento. Hace tiempo ya lo habíamos discutido, el lenguaje es tautológico, pocas veces decimos algo diferente. La diferencia exije creatividad, la creatividad, un momento de paz, de silencio. El capitalismo es un obstáculo epistemológico que lejos está de resonar con la paz y la creatividad. El capitalismo es la falta de creatividad. La propiedad privada una necedad del Yo. Las nubes pasan con tu recuerdo, debo decirlo a propósito del Yo, ese concepto envenenado de pretensiones universales, eternas, inmóviles. No obstante, las moscas se agrupan sobre el cadáver de la memoria, con el resto de la basura, ya sabes, bolsas y bolsas de plástico, obesas de asquerosidad debajo de un letrero que reza: Se multará a la persona que sea sorprendida tirando basura aquí. Y sin embargo la gente lo sigue haciendo, tira basura ahí. La Naturaleza dice: Soy Tú. El Capitalismo dice: Yo soy. Y así, en el filo del abismo proclamamos nuestra libertad... ¿libertad de qué o para qué? No quiero hablar de espeleología. Una idea se atraviesa con la intención de adornar la reflexión sobre los ríos subterráneos de Yucatán. Freedom, freedom!, gritan los locos del manicómio en la obra de Marat/Sade. Todos lloran. Los mercados se derrumban, el misterio persiste.
“Lo que ellos dicen o nada” de Annie Ernaux
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El otro día surgió, durante un café, ese clásico de "tus cinco relatos
favoritos". La lista, en ese momento, fue: 'El cisne' de Rezzori, 'Silvia'
de Cor...
Hace 5 meses
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