miércoles, 19 de junio de 2013

DoT
















                                                                                                                     

Tell me why world, unfathomable and good,
The beauty of everything is infinite and cruel.

- Marathon - 

miércoles, 29 de mayo de 2013

Digresión/agresión


Trato de adivinar haciendo origami modular... por otro lado, los gatos no son necesariamente inmunes al veneno del alacrán. Fue lo que me dijo ella mientras calculaba otro doblez a la realidad.  Es algo que diría Clément Rosset, le dije, y también dije que pondría café. El doble existe por la incapacidad de reproducirnos el monopolio de lo real. El doblez le da la vuelta a la realidad, no la reproduce, la rodea, es efecto de incapacidad... así que cuando llueve, o veo niños mocosos con juguetes en sus manos, o libros, que a fin de cuentas es lo mismo, pienso que todo esto es demasiado para mí. Los estoicos pensaban que todo es cuerpo, y por lo tanto solo los cuerpos son causas, pero nunca son causas de otros cuerpos, porque si lo fueran, estos cuerpos serían ahora efectos. Los efectos pertenecen al campo de lo expresable (no de lo expresado) y esto expresable es incorporal, es un extra-ser. El tiempo es extra-ser, el espacio es extra-ser, todo lo decible no existe, acontece: El árbol no es verde, el árbol verdea. El cuerpo deviene acontecimiento.




viernes, 17 de mayo de 2013

Teoría de Flujos

Hablar de lo que pasa es difícil: Una mano desquitándose con el rostro (con el ojo derecho específicamente), o un sonido que casi es más bien un pensamiento apresurando el susurro. La cabeza no da vuelta a la izquierda. Truman Capote esperando en la mochila, y ésta, a su vez, reposando en la silla como una sombra de medio día. Abrieron la puerta. Es el primo, un grandísimo hijo de puta que siempre que puede hace ruido. El ruido de las cosas más simples es el más insoportable. El wc con su remolineo aséptico. Žižek tiene una teoría interesante sobre los sanitarios y la ideología europea. Más vale entonces no hablar, no porque sea difícil, al contrario, habrá que decir que cualquier cosa que se exprese tiene que ver íntimamente con el silencio. El silencio es lo que pasa. El estómago es lo que pasa. Es un país. Un dolor incesante llamado gastritis o apendicitis o anorexia, dependiendo del diagnóstico, sobre todo si no es muy tarde. Hoy la orquesta, mañana un clown, en la semana algo de Noise, y quizá un buen viaje. Todo eso pasa por el estómago, por la boca, por la nariz, por el orto, por los oídos. El cuerpo es un lugar lleno de ruido que invoca el silencio. Por eso las flatulencias hablan mejor de nuestro cuerpo que nosotros mismos. El picor de los aromas corporales es lo único que quedará en la memoria colectiva de una generación acostumbrada al buen gusto. Eso es lo que pasa.

lunes, 25 de marzo de 2013

Melville














Soñé con una llanura rocosa en forma de ballena, una ballena que detrás de cada ola salpicaba páginas y páginas de nada. Todo se podía leer ahí, y cualquier cosa profunda resultaba superficial, gracias a la ballena.

sábado, 23 de marzo de 2013

Santo perrón







Dispara, dispara. Dijo con signos de exclamación. Quizá gritó, quizá ladró. Cuando miré mi pierna noté que tenía sangre. Cuando miré su pata supe que una bala había atravesado su alma. Su pobre alma. Sí, mi pobre... Su pobre alma de perro mestizo, doctor. Usted es doctor, pero no es médico veterinario, usted no lo puede ayudar, doctor. Perdió mucha sangre, de todos modos nada lo podrá salvar. Pero doctor, una parte de mí todavía es humana, la parte que tiene rabia, esa sí que puede curarla. No. Vamos a tener que sacrificarlo, clavarlo en la cruz para que Dios perdone nuestros pecados.

Tempestad









Quiero poner mi oído en tu concha y escuchar el rugido del mar, la tempestad que he dejado en tu vientre.

Terror Objetivo





Lo que aterroriza es, antes bien, lo real: no solamente en tanto que es singular, sino también en tanto que le corresponde ser terrorífico por su misma singularidad, desde el momento en que ésta es, para el que está confrontado a ella, una amenaza sin previo aviso (ya que su singularidad prohíbe, por principio, llamar al otro para esquivar su acontecimiento).

Una teoría de las catástrofes -si se toma en un sentido filosófico y no en el sentido matemático que propone hoy René Thom- confirma tal concepción del objeto terrorífico. Una catástrofe no es un accidente de lo real, sino más bien una irrupción <> de lo real: si se entiende por accidental la entrada en escena de una realidad a la vez indeseable y hasta entonces protegida por un conjunto de representaciones aparentemente resistentes, sólidas y probadas. Así, la catástrofe no es un accidente de lo real, sino un desastre de su representación.


-El objeto singular- Clemént Rosset

miércoles, 27 de febrero de 2013

Ápeiron








La escritura madruga su locura
       Sin costura el alfabeto
       al ras del azar la cicatriz.

domingo, 24 de febrero de 2013

El actor y el acontecimiento





El actor no es como un dios, sino como un contra-dios. Dios y el actor se oponen por su lectura del tiempo. Lo que los hombres captan como pasado o futuro, el dios lo vive en su eterno presente. El dios es Cronos: el presente divino es el círculo entero, mientras que el pasado y el futuro son dimensiones relativas a tal o cual segmento que deja el resto fuera de él. Al contrario, el presente del actor es el más estrecho, el más apretado, el más instantáneo, el más puntual, punto sobre una línea recta que no deja de dividir la línea, y de dividirse él mismo en pasado-futuro. El actor es el Aión: en lugar de lo más profundo, del presente más pleno, presente que es como una mancha de aceite y que comprende el futuro y el pasado, surge aquí un pasado-futuro ilimitado que se refleja en un presente vacío que no tiene más espesor que el espejo. El actor representa, pero lo que representa es siempre todavía futuro y ya pasado, mientras que su representación es impasible, y se divide, se desdobla sin romperse, sin actuar ni padecer. Hay, en este sentido, una paradoja del comediante: permanece en el instante, para interpretar algo que siempre se adelanta y se atrasa, se espera y se recuerda. Lo que interpreta nunca es un personaje: es un tema (el tema complejo o el sentido) constituido por los componentes del acontecimiento, singularidades comunicativas efectivamente liberadas de los límites de los individuos y de las personas. El actor tensa toda su personalidad en un instante siempre aún más divisible, para abrirse a un papel impersonal y preindividual. Siempre está en la situación de interpretar un papel que interpreta otros papeles. El papel está en la misma relación con el actor como el futuro y el pasado con el presente instantáneo que les corresponde sobre la línea del Aión. El actor efectúa pues el acontecimiento, pero de un modo completamente diferente a como se efectúa el acontecimiento en la profundidad de las cosas. O. más bien, dobla esta efectuación cósmica, física, con otra, a su modo, singularmente superficial, tanto más neta, cortante y por ello pura, cuanto que viene a delimitar la primera, destaca de ella una línea abstracta y no conserva del acontecimiento sino el contorno o el esplendor: convertirse en el comediante de sus propios acontecimientos, contra-efectuación. 




Gilles Deleuze

domingo, 17 de febrero de 2013

No es de Dios





Era de mañana, como cuando los personajes despiertan de improviso con sudor en la frente y se lanzan a la búsqueda de un sentido allende el mundo de los sueños, y lo que encuentran de día es la sombra de aquel reino que se extiende de noche, cuando duermen. Demasiado temprano para cocinar huevos y chilaquiles, hacer algo de zumo de naranja y calentar el café. Los rebozos tejidos a gancho eran el impulso para un recuerdo entre las noticias: - Si la abuela estuviera viva cómo le gustarían estos colores - dijo ella mientras miraba la foto de un blog de artesanías y atavíos típicos mexicanos. - Si la abuela estuviera viva...- se quedó pensando él - por qué no volvemos a dormir- No puedo- dijo ella. Entonces él se paró de la cama, buscó indeciso entre las cosas de un cajón, sacó de ahí un porro que prendió y dijo - Creo que volveré a vender- No puedes hacer eso, la última vez casi te meten a la cárcel- Casi, ya ha pasado tiempo, las cosas se calmaron otra vez y me necesitan allá afuera para la distribución, además ya no tengo varo, no sé cuando me vuelvan a contratar en la facultad. No me malinterpretes, por supuesto que me gusta hablar de literatura y cosas así...- ella se levantó de un tirón y se dispuso a calentar el agua para el café, ya no era temprano y le dolía la cabeza, pero la sensación era más cercana a lo que provocan esos changuitos que tienen platillos en las manos y que nunca paran de sonar. - Cosas así...- dijo ella desde la cocina. Él gritó en el cuarto, ella corrió hasta él con un cuchillo en la mano, con el mismo cuchillo que apenas servía para cortar naranjas pero que en ese momento de desesperación pudo atravesar el pecho de él, mientras ella le decía que no, que no puede caer en la cárcel, que no puede regresar a vender tacos de perro, que eso no es de Dios.