jueves, 21 de julio de 2011

Zoolander platónico




Recibí un mensaje en mi celular a las 4:33 pm. Iba caminando por Reforma con mi Chapman Stick, cuando pensaba si  toda la gente de verdad creía que me parecía a Ben Stiller (sobre todo en Zoolander).  El mensaje decía: ¿qué es la información, un concepto o un fenómeno? Yo  imaginé que tendría que ser ambas cosas. No tenía idea de quién era el teléfono. Un hombre se detuvo a unos metros de mí,  y  sacó de su bolsillo un arma, una especie de revolver, para luego correr hasta el metro, donde otras dos personas  ya se le habían adelantado para sacarle el dinero, revisar sus pertenencias, y luego darle el tiro de gracia, todo esto en plena vía pública, frente a miles de peatones. De nada sirvió la mirada Magnum.

¿Qué es la información? Hoy por hoy, ninguna película es buena. No hay director de cine que pueda alcanzar estas venas de la realidad con certeza, consistencia y completud, donde la luz no es más que la triste imagen de lo que puede ser iluminado, donde la razón no explica, sino que se pierde inexorablemente en el eco de la ficción. La última realidad no puede ser nombrada, tampoco la primera. ¿Qué es lo que lo que dice Björk? Where is the line whit you? Puedo verlo como en una novela alemana, donde las mujeres y sus perfumes confunden el joven corazón del plebeyo con aspecto de asesino. Es por supuesto, un cliché. Podemos decir que escribir no es lo mío. Prefiero dedicarme a los comics, al manga, a la sensualidad de la fantasía oriental, con todas esas niñas que son imposibles en la experiencia.

 En ese sentido es platónico. El arte es el mundo de las Ideas puras. Cuando Platón expulsó a los poetas, se expulsó a sí mismo. En lo personal, creo que tener una Idea pura es lo que hace la diferencia. Pocos han hablado de la imaginación, pero ahí está la clave. Bachelard condena que se malinterprete la función de la imaginación, que no es la de producir imágenes, dice, sino la de distorsionarlas.  Sabemos que Kant se quedó en el camino… esta cosa sobre el esquematismo trascendental que prefirió no explicar.

Extraño la lluvia mientras pienso en todo lo que el cine no puede tocar: ningún Godard, ningún Herzog, ningún Jarmusch, imposible un Lars Von Trier, Suecia jamás vio nacer a Bergman en un mundo impecable. La información tiene un carácter platónico. ¿Cuál inmanencia? Trascendencia señores, trascendencia. La realidad perfecta está en otra parte, no aquí, donde los rostros de la gente rezan en silencio por un Dios todavía más severo y más apocalíptico… y todas esas cosas sobre las que podría argumentar algún intelectual con aire de anarquista, hablando sobre el movimiento zapatista, el narcotráfico, acción comunitaria, redes sociales y en particular sobre la pornografía… puras metáforas corruptas.

La gente no se detuvo, yo tampoco, todos decidimos seguir nuestro curso e ignorar la muerte repentina de un cristiano en medio del ruido y la suciedad. Yo también exijo una vida eterna y llena de dicha del otro lado del mundo, en el espejo donde todo es claro y benévolo. Motherwell lo ilustra de manera magistral en su obra la Caverna de Platón. Nuestra psicología no es otra más que dialéctica, y cualquier reflexión se volverá infinita… es ahí donde el silencio aparece y los cuerpos se evaporan.

¿Qué dice aquella cita que estremeció a Borges en el cuento de Tlon, Uqbar, Orbis Tertius,“Los espejos y la cópula son abominables porque multiplican el número de hombres”    
Yo agregaría: sobre todo las Ideas, pues las Ideas están detrás de los espejos, y de igual forma envuelven el acto sexual. Las Ideas son abominables porque multiplican el número de números, de conceptos,  de hombres, de plantas, de animales, de entes, de genes, de información, de átomos, de partículas y partículas anti-materia, y en consecuencia, de universos con diferentes tiempos y espacios.

Ahora, sinceramente, las Vegas es otra cosa con esas nenas en tanga. Nadie encontrará la rebaba pitagórica o platónica en este lugar, empero, si la judeo cristiana. Creo que la tradición judeo cristiana tiene la culpa de todo, no la odio, pero creo que tiene la culpa de todos los males que le podamos achacar… es la cruz que le tocó cargar. Ahora esto es lo que nos queda, estamos inundados de ordenadores con qubits, cuyos inventores se regocijan en la falsa gracia de haber igualado la perfección, armonía e identidad de la Idea platónica. No permitiré que ningún heideggeriano insista en nadear. La verdad siempre está en otra parte. El esquizofrénico lo sabe y lo aprehende todo el tiempo. Eso es imaginación. 







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