sábado, 23 de marzo de 2013

Terror Objetivo





Lo que aterroriza es, antes bien, lo real: no solamente en tanto que es singular, sino también en tanto que le corresponde ser terrorífico por su misma singularidad, desde el momento en que ésta es, para el que está confrontado a ella, una amenaza sin previo aviso (ya que su singularidad prohíbe, por principio, llamar al otro para esquivar su acontecimiento).

Una teoría de las catástrofes -si se toma en un sentido filosófico y no en el sentido matemático que propone hoy René Thom- confirma tal concepción del objeto terrorífico. Una catástrofe no es un accidente de lo real, sino más bien una irrupción <> de lo real: si se entiende por accidental la entrada en escena de una realidad a la vez indeseable y hasta entonces protegida por un conjunto de representaciones aparentemente resistentes, sólidas y probadas. Así, la catástrofe no es un accidente de lo real, sino un desastre de su representación.


-El objeto singular- Clemént Rosset

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