Son los pasos de la mañana (con esa primera luz que aguarda en tu mirada), los que acompañan en cada campanada el vaivén de lo cotidiano. He decidido renunciar a tu cuerpo en mi cama. Abandonar mi cama, mis libros, mi saxofón. Esta lluvia me llena de determinación.
Claro que supones que soy el tipo de persona que no deja de escuchar a Radiohead, King Crimson, Plastilina Mosh, Hong Kong Blood Opera, Sonic Youth... y entre otros a Charlie Parker y a John Cage. Qué equivocada estás... perdí mi ipod.
Por otro lado, si tanto te gusta leer a Cioran en voz alta deberías escribir las cartas imposibles que a cada tramo de ingenuidad evitas sostener, ya sea con pulso de maraquero, para inventar algún buen recuerdo que ya no nos queda.
Yo me dedicaré pacientemente al concepto de información genética, a elaborar algún lenguaje de programación que sirva al hacktivismo... linda tarea de robar del ADN la memoria que pueda tener sobre cualquier cosa. No, no creo que el CONACYT tenga presupuesto para sostener el resto de la investigación.
Aquellos tiempos de Kant nunca volverán.
Porque no me gusta tu pronunciación... por eso no hablo francés contigo.
Je n'aime pas vous parlez français
No hay nada peor que entregarse a la política desde la comodidad del escritorio (y a la filosofía desde la trinchera de la razón -aquella razón gerencial de la que hablaba Matterlart-).
1 comentario:
"Pobre hombre, tuvo que transformarse en un bufón"
Nietzsche sobre Shakespeare
"Lo demás es silencio"
Shakespeare sobre todos
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